Está enfocado para su aplicación en los principales cultivos frutales y hortalizas de mayor importancia comercial.
Integra una amplia gama de componentes relacionados con los mecanismos naturales que han desarrollado las plantas y variedades resistentes a virus.
Muchos de sus componentes son de origen natural humana y que no tienen restricciones para su empleo en la agricultura conforme a la normatividad internacional vigente.