En casos de deficiencia, el K se trasloca hacia los meristemos; por lo tanto, los síntomas se muestran en las hojas inferiores, que en sus bordes muestran un amarillamiento y una posterior desecación conforme avanza la deficiencia; esta desecación continúa avanzando hacia el interior de la lámina foliar y de las hojas basales a las superiores e inclusive puede haber una defoliación prematura de las hojas viejas.
El fruto es reducido tanto en diámetro como en longitud, muchos de ellos deformados. Menos frutos son formados por planta, mientras que la cosecha es retrasada.
En algunos cultivos como tomate, la maduración es dispareja e irregular en el fruto, se presenta el síntoma conocido como “payaseado”.